Como siempre hemos vivido lejos de casa hacemos maletas casi las mismas veces que respiramos al día, y hay algunas cosas que he ido aprendiendo y os voy a contar por si a alguien le sirven de ayuda ahora que estamos en vacaciones. No sé si os pasará lo mismo, pero yo no he deshecho la maleta desde finales de Junio.
Viajar a solas con niños pequeños en AVIÓN marca un antes y un después en la vida de cualquier persona, y a mi el trauma se me ha somatizado en una obsesión por reducir bultos al máximo. Aunque hacer la maleta si viajas en avión es muy distinto que si viajas por tierra yo lo que he aprendido de eso lo extiendo a todos los medios de transporte, porque reducir bultos, vayas donde vayas, es la clave del éxito viajero. Y un poco de la vida también.
Algunas de las cosas que os cuento van de la mano con nuestra forma de entender la vida y son más fáciles gracias a ello. Me refiero sobre todo a que en general intentamos tener poco de todo. Cuando compramos cosas de bebé tipo carro, cuna, etc. (a parte de comprar pocas porque muchas veces son trastos innecesarios) buscamos que cumplan las máximas funciones posibles, que las cumplan mucho tiempo, y que sean fáciles de manejar para que no nos hagan la vida difícil. Cuando llega la hora de viajar hay dos de estos trastos que marcan claramente la diferencia;
- El carro. Tenemos el Yoyo Babyzen, lo compramos ya pensando en viajar y buscábamos que ocupara poco y se plegase con facilidad. Cumple a las mil maravillas con todo y no sólo nos hace la vida fácil en los viajes, en el día a día también.
- La mochila de porteo. Seguimos los mismos criterios y también ocupa poquísimo, es prácticamente una tela y se pliega y ocupa poco más que una botella pequeña de agua. La marca es Happy Baby, son de lino y bambú orgánico, hechas éticamente, fáciles de poner, cómodas y bonitas. Vamos que la adoro.
Con estos dos temas resueltos solucionamos muchos de los quebraderos de cabeza que implica reducir bultos si viajas con niños. Aunque ahora en vacaciones hemos echado de menos un carro doble donde se puedan quedar dormidas las dos y seguramente busquemos uno de segunda mano. Si queréis ya os contaré cómo lo solucionamos.
El tema dormir por la noche no nos supone trastos porque si en el destino no hay donde colocarlas duermen con nosotros y arreglado. Solución sólo aptas para familias con menos niños de los que caben en una cama matrimonial.
Ahora llega la hora de meter las cosas en las maletas…
- Siguiendo con la tónica: MINIMALISMO. Ya os conté en el post del armario cápsula toda la ropa que tienen las niñas, y prácticamente todo lo de las dos cabe en una maleta de mano, así que gracias a eso no le tengo que dedicar mucho tiempo a pensar qué nos vamos a llevar, porque a no ser que sea un viaje corto, el método es meter todo en la maleta y arreglado.
- La bolsa de paseo del carrito la uso como bolsa de mano para los viajes y casi con las mismas cosas dentro. Esto agiliza mucho el prepararla. Siempre llevo:
- Una muda de recambio para cada una: intento que sean cosas muy cómodas y que les valgan tanto de ropa de calle como de pijama, así si se nos hace tarde por ahí se lo ponemos y si se duermen no hay que cambiarlas al llegar a casa. En los viajes esa misma muda hace la función del porsiacaso, así en la maleta llevo la ropa “oficial” y no tengo que pensar en llevar extra.
- Baberos para la pequeña (dada la capacidad de desparrame de Isabel cumplen una función puramente psicológica): como sé que siempre tengo alguno en la bolsa del carro no tengo que pensar en ello cuando hago maletas.
- Una botella de agua para cada una: así no tenemos que ir parando a comprarles botellitas de plástico, y ese favor que le hacemos a la pachamama.
- Suelo tener dos botes de pasta al agua en casa, uno en el cambiador y otro en la bolsa de paseo, el de la bolsa de paseo es el que va a los viajes.
- En verano siempre llevo aquí una chaqueta fina, y cuando vamos de viaje meto la otra en la maleta.
- Tengo una bolsa térmica para meter comida si vamos a estar mucho rato fuera. Preparar esto para viajar es lo que más me cuesta y varía mucho según la hora que vayamos a estar fuera, pero lo que nunca falta es fruta que no haya que cortar, tipo arándanos, y colines o algo así (esto no es muy realfooder, pero en fin, supervivencia).
- En la bolsa del carro también suelo llevar toallitas y pañales. Cuando vamos de viaje, si vamos a estar fuera menos de una semana cuento cuatro pañales por día y los llevo de casa. Si vamos a estar más tiempo sólo me llevo los que llevo en la bolsa de mano y compro en el sitio al llegar.
- Tenemos siempre lista una mochila con juguetes para que las niñas jueguen cuando vamos a estar en terrazas o restaurantes, antes de salir de viaje la reviso con Inés y metemos las cosas que quiere llevar para estar entretenida en el trayecto.
- El Apiretal y el termómetro los guardo directamente en la bolsa de aseo para que no se me olviden y a parte de esto meto los cepillos de dientes, un peine, y un jabón.
Y eso es todo, como veis la cosa consiste bastante en ir a lo optimista y confiar en que no van a ocurrir esas cosas que hacen llenar la maleta de porsiacasos, y que si ocurren se podrán solucionar.
¡Espero que algo de esto os ayude!
