Minimalismo y abuelas - Apple Of My Eye

Es un tema que hoy en día está muy de moda gracias a la gurú del orden Marie Kondo, aun así cuento un poco para daros mi punto de vista, porque me encanta (el minimalismo, no mi punto de vista), y para ponernos en situación.

En resumen el minimalismo es vivir con poco, reducir a lo esencial, tomar conciencia de que acumulamos de más e intentar salir de ese bucle. Esto a nivel material, pero el minimalismo es una filosofía que va mucho más allá, porque al final reducir a lo esencial es algo que se puede hacer con mucho más que con las cosas, pero hay mil sitios donde os lo van a explicar mejor que yo.

Yo, cuando hablo de este tipo de cosas (minimalismo, segunda mano, hacer las cosas durar) tiendo a imaginarme contándoselo a mi abuela y entonces me siento bastante ridícula. La mujer pensaría “pero qué cosas me está contando esta niña, si esto se ha hecho así toda la vida”. Algo ha pasado en estos cincuenta años que ha dado la vuelta a cómo nos relacionamos con las cosas, y sobre todo con la ropa, y me aventuro a decir que la industrialización y el capitalismo feroz tienen algo que ver. No tengo ni idea de sociología, historia ni economía, así que hasta ahí me atrevo con mi análisis.

La cuestión es que el minimalismo para mí es eso: dar un pasito atrás y ver con perspectiva cómo nos relacionamos con nuestras pertenencias, darnos cuenta de que sólo son cosas, y que su valor para nosotros casi siempre se debe a aquello que representan o la función que tienen, así que no hace falta apegarse a su materialidad. Antes se hacía porque así era el mundo y punto, ahora es algo a lo que tenemos que dedicar un esfuerzo e intención, significarlo. Podemos verlo como una p*****, o como una suerte.

Minimalismo y abuelas - Apple Of My Eye

No me malinterpretéis, a mi me ENCANTAN las cosas (así en general), me puede alegrar un día tener a la vista cosas bonitas, me encanta que tengan historia, y para mí pasear por un rastro o un mercadillo para ver qué hay consiste en una actividad en sí, compre o no. Pero creo que en algún sitio por ahí se encuentra el equilibrio del minimalismo: respetar los objetos y su historia (porque sean nuevos o viejos siempre hay una persona al otro lado de esa historia) pero con desapego. Ya os contaré si algún día consigo ese equilibrio.

Y hasta aquí lo que os cuento hoy. En realidad el objetivo de este post era hablar sobre minimalismo con niños, pero me he puesto etérea y cuando me pongo así me pierdo, así que para no aburriros lo dejamos aquí y en el próximo post ya me pongo en plan práctica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.